#142 - Por qué la educación financiera beneficia hasta al egoísta
Que tu entorno tenga educación financiera es lo mejor que te puede pasar
Me encanta divulgar educación financiera porque me apasiona la materia, me gano la vida con ello y mejora la situación de muchas personas.
Pero incluso si fuese la persona más egoísta del mundo y buscase sólo mi propio beneficio, también me dedicaría a divulgar educación financiera.
¿Por qué? Eso es lo que te voy a contar en esta newsletter.
Te advierto que de leerla, puede que sientas una necesidad imperiosa de convencer a tus amigos y familiares de que empiecen a manejar mejor su dinero y lo inviertan bien. Siempre puedes ahorrarte el tiempo de explicárselo tú suscribiéndolos a la newsletter, claro 😜
He publicado dos nuevos vídeos en YouTube que serán especialmente útiles para los que estáis empezando a cuidar vuestras finanzas:
Fondo de emergencia: Qué es, qué cantidad necesitas y cómo sacarle más rentabilidad
¿Invierto todo de golpe o poco a poco? Esta es la respuesta.
¡Échales un vistazo 👀!
Por algún motivo, ciertas personas (es algo que se le suele achacar especialmente a España) tienen una mentalidad de suma negativa: «cuanto peor le vaya a mi vecino, mejor me irá a mí».
Viven por comparación y creen erróneamente en un mundo con recursos fijos y limitados, donde si uno gana 1, otro a la fuerza tiene que perder 1.
Pero no podían estar más equivocados. Que tu entorno tenga educación también es bueno para todos, también para ti por cuatro motivos:
1) Mejores productos financieros
Si la gente mejora su educación financiera va a demandar productos financieros de mayor calidad.
¿Por qué los bancos tradicionales (BBVA, Caixabank, Santander etc.) tienen fondos de inversión tan malos?
Porque siguen teniendo clientes. No les exigimos más y se estancan en la mediocridad.
Si sigue aumentando la educación financiera y se mueven más fondos de los bancos tradicionales a fondos de inversión independientes con mejores resultados, los bancos tradicionales no van a tener otro remedio que competir y mejorar si no quieren quebrar.
Mayor educación financiera → Más exigencia por parte de los clientes → Mejores productos financieros que podemos disfrutar todos.
2) El capitalismo es un juego de suma positiva
Al contrario de lo que mucha gente piensa, la economía no es un juego de suma cero.
Para que haya un rico, no tiene que haber un pobre. Para que tú ganes 1.000€, no tiene por qué haber otra persona que pierda 1.000€.
La riqueza es algo que crece dinámicamente y sólo hay que ver cómo vivian nuestros antepasados: tenemos unas riquezas y una comodidad con la que nuestros bisabuelos no podían ni soñar.
Es decir, aquí nadie se tiene que sentir mal porque su patrimonio crezca. Ese dinero no se lo estás quitando a nadie.
3) La influencia del entorno
En el estudio de Solnick & Hemenway (1998), daban a elegir a los encuestados entre dos opciones:
Opción 1: Salario de 50k pero el resto de compañeros de trabajo cobra 25k.
Opción 2: Salario de 100k, pero el resto de compañeros de trabajo cobra 250k.
Un 56% eligió la primera opción a pesar de que, objetivamente, proporciona una vida mucho menos cómoda.
Esto es una estupidez. Lo mejor es tener un entorno que no tenga problemas económicos. No sólo por tener buen corazón, incluso también lo deberíamos querer si fuésemos egoístas.
Si a tu entorno le va mal económicamente te acaba afectando de muchas maneras, como el sufrimiento de ver a personas cercanas pasando apuros por culpa del dinero o incluso que te pidan prestado (¡cuántas relaciones se han roto por esto!).
En cambio, si les va bien sólo puede ser positivo: estarán más felices, con mejor salud y podréis hacer planes más interesantes juntos donde el dinero no sea un problema.
4) Avance de la sociedad
Si en el punto anterior nos centrábamos en tu entorno más cercano, ahora lo hacemos en la sociedad en general.
Una sociedad con mayor educación financiera es una sociedad que invierte más y mejor.
Una sociedad que invierte más y mejor es una sociedad más productiva, que conseguirá mejores avances en todas las áreas, desde la medicina hasta el transporte, pasando por la alimentación o la tecnología.
Y de estos avances se beneficiará todo el mundo.
Por ejemplo, hace décadas, la comida y la ropa se llevaba gran parte de los ingresos y era una preocupación para no pocas familias.
Hoy en día, el porcentaje que dedicamos a la comida y ropa en países occidentales es bastante menor: es un problema que hemos dejado atrás.
Aunque los políticos se empeñen en crearnos nuevos problemas, conforme vamos creando sociedades más ricas, las necesidades básicas dejan de ser un problema y nos podemos permitir el lujo de cubrir otras más secundarias o terciarias.
La educación financiera es maravillosa.
Su impacto individual es brutal, mejorando exponencialmente tu calidad de vida. Pero es que su impacto colectivo también es enorme. Por eso, anímate a sacar el tema la próxima vez que estés de cañas o en una comida, no sólo le harás un favor a los demás, también te lo estarás haciendo a ti.
Nos leemos la semana que viene, un abrazo,