#186 - ¿Comer bien es caro?
Tenemos una descompensación nutricional enorme que empeora nuestra salud y nuestro bolsillo. Quizás es hora de hacer algo.
Se nos vende el relato de que comer bien es necesariamente caro.
Que si no cobras un pastón no puedes acceder a una alimentación saludable y que claro, a la gente no le queda más remedio que tirar de bollicaos.
Nada más lejos. Vamos a desmontar este mito:
Segundo video de la serie, esta vez vamos con 6 Conceptos clave que debes entender antes de invertir:
Nutrición para bolsillos modestos
Esto no va de cómo ahorrar en comida, sino de cómo comer mejor. Y una vez aprendes los fundamentos, comer mejor no tiene por qué ser más caro.
En su día hice este cuadrante nutricional-financiero donde se ve más claro:
En el eje horizontal tenemos la calidad nutricional y en el eje vertical el precio. Como puedes observar:
Se puede comer barato y mal.
Se puede comer barato y bien.
Se puede comer caro y mal.
Se puede comer caro y bien.
De entrada, solemos comer menos huevos, verduras, frutas y legumbres de los que deberíamos. Al sustituir estos alimentos (saludables y baratos) por otros lo que estamos haciendo es empeorar nuestra nutrición y además encarecerla. Un 2×1, pero de los malos.
Vamos con la proteína.
Existen cuatro fuentes proteicas principales: huevos, legumbres, carne y pescado.
Actualmente, tenemos una descompensación enorme: nuestra principal fuente de proteína es la carne con una diferencia abismal y consumimos poquísimas legumbres.
De nuevo, sustituimos un alimento barato por uno caro. Y lo hacemos de manera radical: el consumo de carne al año en España es de 50kg por persona mientras que de legumbres se sitúa entre 3 y 4kg.
Ojo, absolutamente nada en contra de la carne.
Pero sí que pecamos, yo el primero, de caer en esa descompensación que empeora nuestra salud y nuestro bolsillo.
Manzanas contra napolitanas
¿Por qué hay gente que come barato y mal pudiendo comer barato y bien?
Siendo más directos… ¿Por qué comemos napolitanas de chocolate y no manzanas?
El problema no es la falta de conocimiento. En este caso todo el mundo sabe que la fruta es mejor que la bollería.
Distingo 3 factores problemáticos aquí:
1) Sabor: Estamos acostumbrados cada vez a sabores más intensos, a más salsas, a más azúcar, a más sal… La industria alimentaria pelea para hacer los alimentos cada vez más palatables.
Frente a esto no queda otra que hacer el camino inverso: consumir alimentos con sabores más naturales. Poco a poco iremos acostumbrando nuestro paladar y haciendo más apetecibles alimentos más saludables.
Cuando dejas de consumir productos con azúcar añadido durante un tiempo, tu cuerpo ya no te los pide más.
2) Facilidad de uso: La napolitana viene envasada lista para consumir. Más fácil imposible. Una naranja, por ejemplo, tendrías que pelarla, además de ensuciarte más.
Nos hemos acomodado y la industria alimentaria saca partido de ello. Pero nuestra nutrición se resiente.
3) Entorno: Consumes lo que tienes alrededor. La fuerza de voluntad la tienes que tener en el supermercado cuando haces la compra, una vez tengas el alimento poco saludable en casa, lo consumirás tarde o temprano.
En tu casa, pon a la vista la fruta siempre que sea posible. Este simple gesto hará que comas mucha más fruta a lo largo del año.
Pero la bollería no es el único de los problemas, también hay ciertas modas que encarecen nuestra cesta de la compra sin aportar nada que no aporten alimentos locales. Vamos a verlo.
Las tres claves:
No ahorres en comida. Es una de las mejores inversiones que puedes hacer.
Huye de modas y alimentos exóticos. Es un sacrilegio ver a gente de países mediterráneos usar aceite de coco en lugar de aceite de oliva.
Comer bien no tiene por qué ser más caro. Pero comer mal sí que es más fácil.
La vida es mucho más cómoda con alimentos ultraprocesados, con fechas de caducidad de meses o años y que los tienes listos en unos minutos en el microondas, que con productos frescos, que necesitan cierta planificación para consumirlos pronto y tardas más en cocinarlos.
Al final comer bien sí que requiere de más tiempo, pero no de más dinero.
Pero, ¿seguro que no tenemos tiempo?
Viendo el consumo de redes sociales que tenemos (115 minutos al día de media), quizás comer bien sea simplemente cuestión de prioridades.
Nos leemos la semana que viene, un abrazo,
PD: He remodelado la web, y quiero escuchar tu opinión (puedes hacerlo simplemente respondiendo a este email).
Quizás alguno piense que este artículo no tiene nada que ver con la "inversión" y sí, tiene mucho que ver. Lo primero es invertir en uno mismo y no hay inversión más prioritaria que la salud. Alimentarse de manera saludable es una de las mejores inversiones que podemos y debemos hacer. Te felicito por el artículo.