Una Vida Ideal #49 - Por qué tienes más poder que nunca
Nuestras decisiones dan forma a nuestra vida. Todos tomamos decisiones, y al final son nuestras decisiones las que nos hacen a nosotros mismos.
Vivimos en la era con más poder para el individuo normal y corriente como tú y como yo. En esta newsletter vamos a ver cómo puedes aprovechar esto a tu favor, tomando más y mejores decisiones.
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La era de las decisiones
En el libro del individuo soberano llaman a estos tiempos que vivimos “la era de la información”, pero a mi parecer “la era de las decisiones” refleja mejor las consecuencias de tener tanta información disponible para el individuo de a pie, como tú o como yo.
Los que nacieron hace 50 años o más vinieron a un mundo donde muchas decisiones eran casi incuestionables y prácticamente nadie se salía del guion:
Lo normal era nacer, crecer y morir en la misma ciudad, hacer carrera en la misma empresa toda tu vida y meter tu dinero en un piso cuanto antes. Y si te va bien, en un segundo piso en la costa o en el pueblo.
Quien se salía de esos estándares era un bicho raro. Nadie emigraba por placer o ambición, sino por necesidad.
Pero todo eso ha cambiado radicalmente. La globalización ha acercado culturas y Ryanair ha acercado ciudades. Internet nos ha puesto todo el conocimiento humano en una pantalla a 30 centímetros de nuestra cara por un precio irrisorio.
El conocimiento ya no pertenece a aquel que tiene contactos exclusivos, sino a quien sabe buscar en San Google. Muchos privilegios se destruyen con un solo click.
Hoy en día tenemos más libertad y poder de decisión que nunca:
Puedes vivir prácticamente donde te de la gana. Gira el globo terráqueo y pon tu dedo sobre un país al azar, puedes irte a vivir ahí si tienes una profesión demandada. Salvo en Corea del Norte, claro.
Puedes aprender prácticamente lo que quieras de forma online, tanto por puro curiosidad como por formarte laboralmente. Aprendes inglés mejor viendo series en Netflix y escuchando podcasts en iVoox que en la academia de 60€ al mes.
Puedes formarte en casi cualquier profesión de forma asequible. Si eres joven y necesitas carrera universitaria, en Austria las tienes por 20€ el semestre. El alojamiento te costará unos 400€ y la comida 200€ al mes. El desempleo juvenil en Austria es del 10% y ganarás unos 1.000€ en trabajos de media jornada.
Puedes manejar tu dinero tú mismo sin necesidad de confiar en el banquero de turno. La información está ahí, sólo tienes que buscarla y cambiar tu tiempo por conocimientos. Es un trade que renta.
Y utilizo puedes porque es tu decisión. Puedes hacerlo y puedes no hacerlo. La decisión es tuya. Es lo bueno de esta era.
Si bien esto es una ventaja, te hace más responsable que nunca. Si te va mal, no vas a tener a nadie a quién culpar. La libertad a veces es abrumadora y una vida sin incertidumbre es muy cómoda… pero también aburrida.
No sé a ti, pero a mi me gusta esa sensación de estar en frente de un lienzo en blanco y decidir yo qué quiero que sea. Aunque sea agobiante no saber por dónde empezar. Aunque sea mucho más fácil calcar lo que otro ha dibujado antes. Me da igual. No quiero que los demás decidan por mi, quiero decidir yo. Así es como entiendo la vida.
Si alguien decide por ti y sale mal, le culparás por la decisión y le guardarás rencor. Si decides tú y te equivocas aprenderás una lección que te llevarás de por vida. Y esto se aplica a cualquier ámbito: dinero, amor, trabajo… el que sea.
Bien, tenemos muchas decisiones por delante. Más que nunca. ¿Cómo encontrar la mejor decisión? Vamos a verlo.
La decisión óptima puede no ser la mejor
Ante un abanico amplísimo de posibilidades, corremos el riesgo de dedicar demasiado tiempo a analizar las diferentes opciones para intentar encontrar la decisión óptima, lo que se llama parálisis por análisis.
Encontrar la decisión óptima es a menudo imposible o tiene un coste de decisión muy alto. El tiempo extra que dedicas a mejorar tu decisión puede no ser rentable debido al coste de oportunidad.
Con un ejemplo se ve mejor. Imagínate que quieres invertir en fondos indexados pero dudas de qué fondos elegir. Estás entre dos opciones:
Fondo indexado que replique al MSCI World
Fondos indexados de cada región (Estados Unidos, Europa, Emergentes, Japón y Pacífico) ponderados por su peso en la economía mundial.
Lees artículos y ves videos en YouTube sobre el tema. Ves un nuevo anuncio de un banco que va a ofrecer nuevos fondos indexados y te esperas a que lo ofrezcan. Te pones analizar en detalle si Vanguard o Blackrock replica mejor al índice.
Ha pasado un año desde que decidiste invertir en fondos indexados, pero no has empezado a invertir.
Durante este año que no has estado invertido, has podido perder rentabilidad y la experiencia en el mercado, algo que habrías obtenido con cualquiera de las dos opciones. Ése es el coste de oportunidad.
La mejor decisión no tiene que ser la óptima, si alcanzar la decisión óptima tiene un gran coste de oportunidad.
Además, hay que aceptar que hay decisiones en las que no sabes las consecuencias. Cuando me vine a Austria, aunque las condiciones del trabajo eran muy buenas, no sabía lo que tenía delante. No podía tener la certeza de que iba a salir bien, la incertidumbre es inevitable en las decisiones más importantes de tu vida.
Si bien frente a muchas decisiones no tenemos claro cual es la mejor opción, si que tenemos claro qué caminos no queremos tomar. El valor del descarte es enorme: tan importante es saber lo que quieres en la vida como lo que no.
Descartar opciones también forma parte del proceso de decisión y es información muy útil. Cuando estés frente a una decisión difícil y te sientas bloqueado, empieza descartando las opciones que no vas a tomar bajo ningún concepto.
Después, puedes hacer varias rondas más de descarte para quedarte con varias opciones, todas ellas sub-optimas. En este momento, toca poner una fecha límite para tomar la decisión. Dale rienda suelta a tu parálisis por análisis durante estos días, investiga todo lo que te pida el cuerpo. Pero llegada la fecha, toma la decisión.
Nunca está de más recordar que la mayoría de decisiones no determinan el devenir de toda tu vida.
¿Te fuiste a trabajar a Reino Unido y no te gustó? Prueba otro país o vuelve al tuyo.
¿Escogiste ingeniería pero la odias y has descubierto que la psicología es lo que te hace feliz? Estás a tiempo de cambiar.
¿Te despreocupaste de tus finanzas? Lee la siguiente sección.
Decisiones financieras que te pondrán en el top 1%
Las finanzas personales pueden ser tan complicadas como las queramos hacer. La realidad es que donde más horas hay que dedicar es a adquirir cultura financiera, a desprogramarse y quitarse de la cabeza toda las ideas absurdas sobre el dinero que nos ha inculcado la televisión y los políticos que nos quieren dependientes de ellos.
Te comparto las decisiones financieras y cambios de mentalidad que he ido tomando que a mi me han ayudado a lo largo de mi vida:
1.- Si ahorrar es un sacrificio para ti, no tienes la mentalidad adecuada.
Técnicas como el preahorro están muy bien, pero si necesitas quitarte el ahorro a principios de mes porque si no lo derrocharías todo como un niño en una tienda de golosinas, es que algo falla.
Ahorrar es comprar libertad futura. Le pondrás las cosas mucho más fáciles a tu futuro yo. Si entiendes esto, derrochar el dinero ya no es tan atractivo.
2.- No busques la felicidad en el derroche.
Enlazando con el punto anterior, es triste ver cómo algunas personas viven enganchadas a los subidones de dopamina que provocan las compras impulsivas.
Ciclos de sentirse mal por cualquier tema, hacer una compra impulsiva, tener un subidón temporal, sentir arrepentimiento por el dinero derrochado y vuelta a repetir.
No seas esclavo del paquetito de amazon cada semana. La felicidad no está dentro.
3.- Invierte en un producto contrastado que no requiera de tu constante gestión.
Nuestra cabeza nos juega malas pasadas en la inversión. Cuando ves que todo el mundo se vuelve loco en un mercado con mucha volatilidad es difícil mantener la cordura y seguir con tu plan de inversión.
Si inviertes en un producto con rentabilidad a largo plazo contrastada (fondos indexados, dividendos, cartera permanente…), en el que puedas automatizar tu inversión para no tener que depender de tu memoria o de tu psicología, el éxito está asegurado.
4.- El estatus social es algo completamente absurdo.
Me da igual la situación económica que piensen los demás que tengo. Es más, prefiero que no sepan cuánto dinero tengo, porque puede llevar a situaciones incómodas y falsas amistades.
Las batallitas de ego por presumir de un coche, móvil o reloj nuevo frente al vecino o al compañero de trabajo me parecen ridículas. Es un juego de suma negativa para todos los jugadores. Sé inteligente y no caigas en ese juego.
5.- Sé realista.
Si quieres altos ingresos, vete al extranjero con una profesión muy demandada. Vas a poder alcanzar salarios muy altos y, tras una década y pico si la bolsa acompaña, podrás alcanzar la libertad financiera y no depender de tu trabajo.
Si eres una persona con un sueldo normal, con hijos, que ha empezado a manejar su dinero correctamente a los 40 años, lo tienes muy difícil para alcanzar la libertad financiera. Pero eso no quita que invertir te vaya a hacer vivir una vida mucho más cómoda e independiente de lo que quiera hacer el político de turno.
Conoce tu situación y no te frustres con metas imposibles.
6.- Pon tu vida primero.
El dinero no vale de nada si eres infeliz. Construye la vida que quieres, y después ahorra para conseguirla.
Invierte en tu salud mental y física. Invierte en experiencias. Invierte en tus amigos y en tu familia. Descubre qué gastos te hacen verdaderamente feliz y gasta sin remordimientos en ellos. Recorta en lo que no.
Con estos 6 puntos no me cabe duda de que manejarás el dinero mejor que el 99% de la gente que te rodea.
Nos leemos la semana que viene, un abrazo,
Jesús de Una Vida Ideal
Buenos días. Gran contenido como siempre. Ayudo con el like y con comentario.
Discrepo con el punto 5, no hace falta irse al extranjero para tener un sueldo alto. Valorar lo que hay en España está en cada uno de nosotros, y puede tener un alto peso en la balanza. Por otro lado, como ya has dicho alguna vez, no se trata de trabajar más horas, si no de manera más inteligente.
Un saludo desde de el paraíso (sur de España)
Gracias por compartir tus reflexiones, me ayudan a ampliar mi visión y a mejorar a nivel personal y por supuesto a nivel financiero. No sabía lo importante que es la educación financiera hasta que un día por casualidad te encontré trasteando en Google. Ahora como mayor de 40 que soy me arrepiento de no haber comenzado antes.
Un saludo
Cris